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¿Qué ha pasado con el teatro Justo Sierra?

Uno más

Mi nombre es Luis Flores Romero y sí, yo soy uno más de los indiferentes, de los que tienen los oídos zumbados de tanta televisión, de ésos que según dicen en el Auditorio Justo Sierra (que dicen ellos se llama Che), estamos enfrascados por el dogmatismo, por el conformismo, por el capitalismo, cinismo, ismo, ismo, ismo…

    El profesor de barba dice que son los pendejos los que van a la Universidad a estudiar, (para que se les quite) y los que no estudian es porque ya superaron la menudencia fecal de sus cerebros. Y por lo tanto yo soy uno más de esos pendejos que estudia en la Facultad de Filosofía y Letras, y exige que el Auditorio Justo Sierra pertenezca a todos los estudiantes y sea la Facultad (es decir, nosotros) quien decida qué hacer con nuestro espacio.

    El Che cumple siete años de “lucha”, de “conciencia”, de “cambiar” la problemática actual por medio de eventos nublados y (aunque nos duela) con pésima organización y difusión. Así que hagamos cuentas: ¿A cuántos estudiantes a hecho conscientes el Auditorio Che Guevara y a cuántos los colegios de la Facultad de Filosofía y Letras en estos siete años? ¿Por qué si es un espacio libre, está solamente a los deseos de unos cuantos? ¿Seremos más los que están a favor de que devuelvan el Auditorio?

    Devuelvan nuestro espacio. Nos sobran argumentos y poco a poco, de uno a uno llegarán a conocerlos con la voz del estudiante.

Yo me uno. 

Somos cada vez más.

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